Copyright 2013. Leandro Bizama. All rights reserved.
El tiempo pasa y no se puede parar,
Y cuando se para no se puede volver a sentar;
Si se mueve nunca vuelve a su lugar,
Y nada ni nadie lo puede matar.
Un gran poder es, no se puede romper.
Como una cárcel que nunca llegará a perder,
El tiempo marcha y te obliga a crecer.
Es la vieja lucha de ser o no ser
Hay muchas cosas que te puede impartir:
Generosamente regala la gloria de morir,
Pero sólo después de poder vivir.
Todo esto te da aún sin pedir.
Es una herencia pintada de color,
A pesar de que hoy tenga el tono amargo del dolor
Y mañana te despierte sin sabor,
Pero aún más lleno de gozo y amor.
¿Termina el tiempo en el viejo ataúd?
¿O habrá otro destino cuando ya no falte la salud,
Pasando el tiempo en toda su longitud
Y se acabe al fin nuestra esclavitud?